Todos los días, de lunes a viernes, a eso de las 7 de la tarde, suena en Radio Nacional de España la sintonía del informativo cultural ‘El ojo crítico’. Ese instrumental de piano y cuerdas tiene título, ‘Divenire’, y es obra de Ludovico Einaudi. El turinés está acostumbrado a ver cómo sus piezas sirven de banda sonora para películas como ‘This is England’, ‘Fuori dal mondo’, ‘Luce dei miei occhi’ o ‘Le parole di mio padre’. Un músico en cierto modo deudor del Nyman de ‘El piano’ y que, antes del cine, ya había compuesto para teatro y danza.
La suya es una música que se ha definido con cien etiquetas. Digamos que es lírica, con un penetrante toque de tristeza, y apta para todos los públicos. Con el piano siempre en el centro. Música que haría las delicias de los oyentes del histórico ‘Diálogos’ de Radio 3. En una crítica del concierto de Ludovico Einaudi en Barcelona, en octubre de 2007, firmada por Iván Sánchez Moreno, puede leerse que el de Einaudi es un minimalismo de aire reflexivo, como un Mertens amable y no tan áspero.
A su piano de cola le arroparán en La Mar de Músicas un sexteto y la Sinfónica Región de Murcia, que sigue la estela de esa Royal Liverpool Philarmonic Orchestra que acompañó a Einaudi en algunas piezas del disco ‘Divenire’. Este músico que toca en el Barbican de Londres o la Scala de Milán se confiesa aficionado a grupos como Radiohead, Massive Attack o Muse. “Siempre quise tener la fuerza y la emoción que transmite el pop dentro de mi música. Lo que yo mismo he sentido al ver en concierto a U2, Red Hot Chili Peppers, Led Zeppelin o Prince. He tratado de mantener ese espíritu y puede que sea eso lo que haya conectado con la gente”, explicó a Mirentxu Mariño en el 2009.
Su abuelo, Luigi Einaudi, fue el segundo presidente de la República italiana, entre 1948 y 1955, y su padre, Giulio Einaudi, fundó una importante editorial. Hijo de una pianista no profesional, que tocaba en casa a Bach y Chopin, Ludovico Einaudi (Turín, 1955) empezó a estudiar piano con seis años y terminó sus estudios de composición en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán. Tuvo como maestro de post-grado a Luciano Berio del que llegó a ser asistente musical en diversos proyectos.
Tiene publicados 13 discos –con cifras de ventas muy notables- y el más reciente es uno en directo en Londres: ‘The Royal Albert Hall Concert’. Recoge el último de los sesenta conciertos de una gira por Europa –incluída España- y Estados Unidos. Escribió Gernot Dudda para ‘efe eme’: “En la primera parte, Ludovico estuvo acompañado de su banda de cinco músicos, con un lugar importante para la cuerda, el carillón y la electrónica. En la segunda parte, aún más cuerda merced a la aportación de la orquesta I Virtuosi Italiani. Pero uno se queda precisamente con la primera porción, menos clásica y mucho más espectacular, en la que piezas como ‘Lady labyrinth’ y ‘Nightbook’ alcanzan una enigmática belleza, unas dimensiones únicas, con un magnetismo que va más allá de la mera dulzura extraída de la proverbial facilidad del italiano para las melodías”.
En 2003 grabó ‘Diario Malí’, un diálogo bajo la sombra de un árbol entre el piano de Ludovico Einaudi y la kora de Ballaké Sissoko. En una entrevista le dijo a Joaquim Ramentol que le atraía África porque “es lo mismo que descubrir una forma de sentir, pura y antigua, aquellas raíces que hemos perdido o destruido”. A Einaudi no le gustan en general las definiciones, pero prefiere ser llamado ‘minimalista’ -término que para él significa elegancia y sinceridad- a cualquier otra cosa.
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