Para los aficionados al jazz es la autora de aquel ‘Time after time’ que el trompetista Miles Davis tocó como si se tratara de un standard del mejor jazz. Con dos discos, ‘She´s so unusual’ y ‘True colors’, Cyndi Lauper llegó a la cima del pop casi al mismo tiempo que Madonna y, desde entonces, ha vendido decenas de millones de discos. Hay incluso una muñeca Barbie con su nombre. Y, para las estadísticas, fue la primera cantante femenina que tuvo cuatro sencillos de un mismo disco en el top 5 de la revista Billboard. Era 1983 y ella la chica de moda.

Hace un año publicó ‘Memphis blues’, el undécimo de su carrera, un disco de clásicos del género como ‘Crossroads’, grabado en los estudios Electrophonic de Memphis, y para el que contó con las aportaciones de B.B. King (‘Early in the morning’), Charlie Musselwhite (‘I´m just your fool’), Johnny Lang (‘How blue can you get’) o Allen Toussaint (‘Mother Earth’). ‘Memphis blues’ incluye un mano a mano de Lauper con la cantante de soul Ann Peebles en ‘Rollin and tumblin’. Cyndi ha contado que fueron Janis Joplin y los Rolling Stones quienes la llevaron hasta Muddy Waters o Robert Johnson.

Cynthia Ann Stephanie ‘Cyndi’ Lauper, hija de Fred Lauper y Catrine Dominique, nació en junio de 1953 en Nueva York. A los doce años ya escribía canciones y con quince se teñía el pelo de distintos colores. Sus primeras bandas como cantante fueron Doc West y Flyer, con la que versioneba canciones de Jefferson Airplane, Led Zeppelin o Bad Company. Hasta quedarse sin voz. Le tocó un año de terapia debido a una lesión en las cuerdas vocales. En 1980 sacó un disco con Blue Angel, grupo formado con John Turi, y tres años más tarde, ya en solitario, ‘She´s so unusual’ (Es tan rara). En ese disco de ventas millonarias había cuatro grandes éxitos: ‘Girls just want to have fun’, ‘Time after time’, ‘All through the night’ y ‘She bop’.

En 1985 le propusieron cantar el tema principal de ‘Los goonies’, la película de Richard Donner producida por Spielberg. Cyndi ha tenido papeles en el cine, pequeñas apariciones en series de televisión como ‘Bones’, y debutó en Broadway en una versión moderna de ‘La ópera de los tres centavos’.

Para su segundo disco, ‘True colors’, reunió en 1986 a Nile Rodgers, Billy Joel, Adrian Belew, The Bangles... Después irían saliendo al mercado ‘A night to remember’ (1989), ‘Hat full of stars’ (1993), el navideño ‘Merry christmas... have a nice life’ (1998), ‘At last’ (2004) -con sus homenajes a compositores como Stevie Wonder o Burt Bacharach-, ‘The body acoustic’ (2005) –nuevas lecturas, con Shaggy, Ani DiFranco, Jeff Beck o Sarah McLachlan, de sus canciones más conocidas- o ese ‘Bring ya to the brink’ (2008) para las pistas de baile: discos que no tuvieron la misma acogida de los dos primeros.

A Cyndi Lauper se la pudo ver en Berlín, en 1990, tras la caída del muro, cantando ‘Another brick in the wall’ en el multitudinario espectáculo organizado por Roger Waters. Y, poco después, en Londres, por expresa petición de Yoko Ono, en el homenaje a John Lennon. Aunque lo más llamativo –causó furor en las redes sociales- fue verla improvisar ‘Girls just want to have fun’ en el aeropuerto de Buenos Aires mientras esperaba la salida de un vuelo que se eternizaba.

Cyndi Lauper suele referirse a sus fans gays con entusiasmo. En abril del año pasado lanzó junto a figuras como Elton John, Woopy Goldberg, Jason Mraz, Sharon Osbourne, Anna Paquin o Kim Kardashian la campaña ‘Give a damn’ con el fin de concienciar sobre la discriminación de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. En una reciente entrevista publicada por el diario Clarín le explicaba a Eduardo Slusarczuk: “Al comienzo de mi carrera tuve un apoyo total de mi compañía. Luego lo perdí. Y a partir de entonces, entendí que podía hacer lo que quisiera. Y lo que yo quería era crecer como artista, que es a lo que me dediqué, tanto como pude. Y aún estoy en ese camino”.