Siempre he pensado ser un artista. El hombre ha querido inmortalizarse por medio de la escritura, la pintura, la escultura... Creo que la foto es la mejor manera de vivir largo tiempo después de la muerte. Todo artista desea comunicar su obra, es lo propio del hombre, ser reconocido por lo que hace. Los clientes quieren tener también un nombre imperecedero. Sus fotografías quedarán siempre en la familia o en casa de sus amigos. Lo más auténtico es la cara. El hombre siempre ha querido imitar a Dios por medio del dibujo, enseguida uno ha inventado la foto. (Malick Sidibé)
Malick Sidibé, nace en el seno de una familia "Peul" en 1.935 en un pequeño pueblo de Mali. Termina sus estudios primarios en 1.952. Después de sobresalir por su talento de dibujante, es admitido en la Escuela de Artesanía Sudanesa de Bamako, donde se diploma en 1.955. Da sus primeros pasos en la fotografía en 1.956, y en 1.958 abre su estudio, "Studio Malick" en el corazón de Bamako, donde continúa hoy, haciendo retratos y reparando cámaras fotográficas. Desde 1.957 es el único reportero en cubrir todos los acontecimientos y fiestas de Bamako. El "Studio Malick" ha llegado a ser la cita ineludible de la juventud. De sus reportajes de proximidad, produce imágenes simples llenas de verdad y de complicidad. Fue descubierto par el mundo internacional de la fotografía en los primeros "Encuentros Fotográficos de Bamako" en 1994 y más tarde en la Fundación Cartier para el arte contemporáneo en 1.995
|
Cuando uno es fotógrafo, es necesario tener todo el tiempo ideas para poder contentar al cliente. Es a fuerza de trabajar cuando he encontrado la bellas posturas que le gustaban a los clientes. Uno quiere obtener la mejor posición, el perfil mas ventajoso...,
ya que la fotografía es arte: todo debe ser perfecto en casa del cliente que no busca por otra parte, nada más que distinguirse en sus días más bellos. En nuestra casa "i ka nyé tan", en castellano "estás bien así" quiere decir de hecho "eres bello así". El arte es la belleza. (Seydou KeÏta)
Los millares de retratos realizados por Seydou Keïta constituyen un testimonio excepcional sobre la sociedad maliense entre finales de los años cuarenta y el principio de los años sesenta. Estas fotografías han llegado a ser - más que el interés sociológico que ellas representan - incontestables obras de arte exentas de toda trampa, de toda excentricidad o de toda ilusión. Esto le confiere un carácter objetivo y le da una dimensión intemporal. Seydou Keïta parece tener intuitivamente inventado o reinventado el arte del retrato a través de la investigación de una precisión extrema.
En la época del multiculturalismo, esta obra de una rara belleza , toma un lugar natural en la historia mundial de la fotografía
|