Aurelio es Aurelio Martínez, el garífuna hondureño cuyo disco ‘Laru beya’ (A la orilla del mar) se ha publicado en el sello de Peter Gabriel. Lo produce el indispensable Iván Durán, que ya estuvo detrás del ‘Umalali’ de las mujeres garífunas y del ‘Wátina’ de Andy Palacio. A Palacio, comprometido en la defensa de la minoría garífuna, su cultura y su idioma, y fallecido inesperadamente hace tres años, está dedicado el disco. Aurelio Martínez que tomó el testigo de la causa garífuna fue elegido diputado del Congreso de Honduras, pero le ha decepcionado la lejanía e hipocresía en que se mueven sus señorías.
La historia: en el siglo XVII dos barcos negreros naufragaron frente a una isla del Caribe y los africanos supervivientes se mezclaron con los indígenas. Los garífunas son descendientes de aquellos hombres y mujeres que, más tarde, diezmados y expulsados por los ingleses, tuvieron que refugiarse en la costa Atlántica de América Central. Hoy son alrededor de 250.000 repartidos entre Nicaragua, Honduras, Guatemala y Belice, con comunidades en varias ciudades de Estados Unidos. En 2001, la UNESCO declaró su lengua, su danza y su música Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
Andy y Aurelio se habían conocido en 1997 cuando el músico de Belice fue a tocar al club que tenía el hondureño que, por aquel entonces, tocaba ‘punta rock’. “Somos de una cultura que cree que hay otra vida más allá y que se comunica a través de los espíritus de los ancestros”. Hijo y nieto de músicos, en el pueblo hondureño de Plaplaya el pequeño Aurelio se distraía con una guitarra que él mismo se había fabricado con tablas de madera e hilos de pescar.
En ‘Laru beya’ la presencia senegalesa es mucho más que testimonial. En ese viaje de Aurelio Martínez hacia sus raíces africanas están los cantantes de la orquesta Baobab, el rapero Sen Kumpa y Youssou N´Dour, que le apadrinó en el programa de apoyo a jóvenes artistas de la Fundación Rolex. Dice Aurelio en la revista Mondomix: “Esa conexión entre África y América se hizo por el mar, nosotros llegamos por mar. Un día estaba al borde del agua, en Dakar, y me puse a llorar al ver todos aquellos barcos que partían rumbo a la isla de Gorée y a toda la gente que aguardaba con la esperanza incierta de salir un día rumbo a Occidente”.
Es de justicia mencionar de nuevo a Iván Durán, hijo de catalanes nacido en México e instalado en Belice. Prácticamente un garífuna adoptivo, que ya en 1998 invitó a Aurelio Martínez a participar en el recopilatorio ‘Parranda, Africa in Central America’ y en 2004 le produjo su primer disco, ‘Garifuna soul’, en Stonetree Records. “Si la cultura garífuna conserva su autenticidad sin haber caído en el olvido lo debe en parte a Iván Durán y su sello”. Palabra de Aurelio.
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