Las bandas de metal se han
popularizado en nuestro país gracias a la labor de Goran Bregovic o la Kaçani Orkestar y
el resto del mundo, por haber sido incluídos sus trabajos en las películas de Emir
Kusturica. En India fueron el ejército, ocupado como estaba en entretener a sus soldados,
y de nuevo la industria del cine quienes hicieron posible que se arraigaran. Las
audiencias se habían familiarizado con su "irritante" sonido y, ya con la
independencia del país, lograron su definitivo asentamiento convirtiéndose en
inevitables en cuanta boda, bautizo, celebración nacional y peregrinaje religioso tuviera
lugar. En el caso de la orquesta que nos ocupa y a la que da nombre la capital de
Rajhastan, el desierto de India, la historia parte de la iniciativa de su director
artístico Hameed Khan. Famoso intérprete de tabla y especialista en worl music, Khan
-que vive en París organizando para Europa giras de sus compatriotas- fue quien se ocupó
de reunir a los más vibrantes intérpretes de bandas de metal para montar la suya propia.
Y consiguió el repertorio con el que convertirla en la mejor: una insólita agrupación
capaz de recrear música de películas y canciones tradicionales, interpretándolas a la
manera tradicional del norte del país.
