La carrera musical de este músico y
pintor nacido en Níger hace cuarenta y tres años está indisolublemente ligada a España
tras haber actuado y expuesto sus cuadros durante casi cuatro años en el Club Coco Loco,
en la Playa del Inglés de la isla de Gran Canaria. En Senegal donde pasó su infancia y
adolescencia, o en Mali los hoteles se convierten en los mejores escenarios-puntos de
encuentro para músicos, seguidores y ocasionales turistas con ganas de hablar de lo que
han oído al regresar a sus países de origen. En un club de Dakar, el Sahel, actuó
durante años como integrante del contrapunto a la Etoile de Yossou N'Dour: la banda Super
Diámono. No fue el caso de la experiencia canaria, aunque sí le permitió conocer el
suficiente castellano como para intentar grabar el clásico Angelitos Negros de
Machín llegar a un acuerdo con el director de cine Pedro Almodóvar. Su última
película, Todo sobre mi madre, por la que el manchego ha recibido el premio a la mejor
dirección en Cannes, incluye en una de sus mejores secuencias un primer plano de la voz y
la guitarra de Ismael interpretando una nana. Es así, con las baladas como parte
fundamental de su repertorio y con su ya clásico mbalax "ralentizado" como se
ha ganado un hueco en el corazón de quienes han escuchado algunos de los nueve álbumes
editados lo Lô en el mercado internacional. Con las canciones del último, Jammu Africa,
Paz en Africa, iluminó en directa competición con las estrellas, la pasada edición del
festival al que ahora regresa.
