Daara J
En la Medina, el barrio donde nació y se crió Youssou N'Dour, el más efervescente del Dakar musical, el mbalax tiene los días contados. La música de las cassetes compradas en el mercadillo de Sandaga que se adueña de las aceras y las hileras de humildes casas tiene nombre inglés, corazón africano y se canta en wolof. Los mayores cuentan que ese rap con el que bailan los más jóvenes, primero se llamó tassou. Debió quedar registrado para siempre en la memoria de quienes viajaban hacinados en las bodegas de los barcos que partían de la Isla de Goré rumbo a la esclavitud, para luego regresar a través de un tubo catódico o un aparato de radio. Positive Black Soul o Mc Lida bebieron de ese hiphop, encargándose de reinterpretarlo, emulando a sus héroes urbanos.
Pero si hay una banda que lo haya asumido para olividarlo, como todo lo que se asimila, quedándose con lo que vale, esa es la formada por Lord Aladji Man, Ndong D y Faada-Freddy. Acaban de publicar su segundo disco encaminado al mercado internacional, Xalima. Grabado en los nuevos estudios de Youssou, en él cantan-rapean en wolof, inglés y francés. Hacen hiphop, pero también ragga y rythm&blues. Han pedido colaboraciones a los mejores dj's en instrumentistas de Senegal: Intervienen el propio N'Dour y los raperos Lady Patra de Jamaica y el francés Neg'Marrons. Y se han vuelto a superar.