MANOLÍN EL MÉDICO DE LA SALSA

Cuba

Miércoles, 9 de Julio

Médico, Salsero. El médico de la salsa. Sí, podría afirmarse que los estados de ánimo de tristeza, ante la música de MANOLÍN y su grupo, se transforman en estados de ánimo de alegría y hasta de euforia colectiva; es decir, cura la tristeza. No por azar en Cuba es conocido como EL MÉDICO DE LA SALSA, seudónimo que le otorgó José Luis Cortés, líder de NG La Banda y descubridor de MANOLÍN, quien tampoco por azar, antes de dedicarse por entero a la música popular cubana, se graduó Doctor en Ciencias Médicas.
MANOLÍN y su grupo tienen como característica especial el hecho de haber logrado la popularidad sin tener un solo tema grabado para la radio y la televisión. Dicha popularidad nació del contacto directo con el público y no de un trabajo promocional en ambos medios encaminado a lograr el éxito. Es decir, fue el éxito obtenido lo que le abrió las puertas.
Su primera presentación en La Habana tuvo lugar en 1993 en «La Maison» (casa de la moda cubana), donde permaneció como artista exclusivo durante seis meses. De ahí y hasta la fecha si suman las presentaciones realizadas en el Palacio de la Salsa como invitado especial, «La Cecilia», el afamado cabaret Tropicana, así como múltiples presentaciones en la radio y la televisión sumando teatros de la capital y varias provincias cubanas.
Su primer disco compacto « Una Aventura Loca» (1994) grabado para la firma Caribe Productions, asombró al público bailador cubano, uno de lo más exigentes de América por ser Cuba cuna del Son.
Los temas de MANOLÍN poseen un sello que lo distinguen como compositor; señalan la cubanía, el sabor de lo genuino, pero con los matices de
una nueva generación de músicos, preocupados por decir lo picaresco de manera sana, lleno de intenciones discretas, sin llegar a la agresividad en los textos.
Las melodías y armonías se entrelazan, impactan, se vuelven contagiosas y
fluyen con la fuerza de lo contemporáneo; los metales, el piano, la percusión hacen de las suyas porque MANOLÍN sabe lo que quiere en cada tema, y entonces el bailador obedece, la música lo lleva, los tumbaos consiguen hacer bailar al más escéptico.